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Está occidente preparado para el COVID19?

 

Las fronteras se han cerrado, cada vez en más países de occidente se declara la cuarentena obligatoria y la mayoría de las personas que viven actualmente nunca habían estado en una situación similar. Es una situación para la que los gobiernos, las instituciones ni las personas estábamos preparados.

Sin embargo, los países orientales han dado muestra de liderazgo y capacidad de reacción frente a este panorama, en contraste con las tibias medidas que se han tomado en otros países de Europa, por ejemplo. La razón? están haciendo frente al ataque del virus con tecnologías que incluyen Inteligencia Artificial, Internet de las cosas y Big Data, lo que se traduce en un mejor tratamiento de la información y mejores decisiones.

“Europa está fracasando. Las cifras de infectados aumentan exponencialmente. Parece que Europa no puede controlar la pandemia. En Italia mueren a diario cientos de personas. Quitan los respiradores a los pacientes ancianos para ayudar a los jóvenes. Pero también cabe observar sobreactuaciones inútiles. Los cierres de fronteras son evidentemente una expresión desesperada…”

Byung-Chul Han – filósofo surcoreano experto en estudios culturales y profesor de la Universidad de las Artes de Berlín

A la lucha por la infección del virus en asia, se han unido ingenieros informáticos y especialistas en macrodatos lo cual es un cambio de paradigma frente a la reacción de los gobiernos de occidente que parecen haberse quedado enquistados en una dinámica industrializada de la sociedad y la economía.

Ahi está el primer gran aprendizaje que debemos tener de la cultura oriental. Es urgente dejar de elegir gobernantes con alto grado de incompetencia. No es un tema de partidos políticos, sino más bien de sentido común. Personajes que entiendan las nuevas dinámicas sociales y tecnológicas. Que utilicen la ciencia y las telecomunicaciones para atacar los nuevos desafíos pero que al mismo tiempo sepan regresar a los ideales que generaron nuestras democracias.

De “este lado del mundo” vemos como países como Italia, España, Estados unidos, entre otros, han adoptado medidas pasivas frente a los acontecimientos desencadenados por la infección a nivel global, lo cual llevará a esas naciones a un escenario realmente apocalíptico. Por otro lado tenemos al presidente de China, que parece haber controlado el brote utilizando las tecnologías que venían desarrollando en la última década. Inteligencia Artificial y Big Data, Avances en telecomunicaciones y medicina que otros países como Corea del Sur, que realizaron 10 mil pruebas en las calles para prevenir y medir el avance de la infección.

Han evitado la propagación, mientras que los gobernantes de occidente le siguen diciendo a sus ciudadanos que el problema no es tan grave.

El teletrabajo ha sido otro az bajo la manga de los países orientales, que hace años están implementando para reducir su huella de carbono al mismo tiempo que mantienen vigentes esos empleos donde no es necesaria la mano de obra calificada presencial. En nuestros países latinoamericanos, en contraste, aún se mantiene esa necesidad vacía en muchos casos, de la presencia fisica para trabajar, alimentando el control patronal del que no ha podido salir nuestra cultura. Este panorama les augura a las naciones que no reaccionaron a tiempo, una recesión económica más fuerte y desastrosa.

Por otro lado, el momento que estamos atravesando nos ha demostrado con hechos, con imágenes reales que el planeta ha descansado de nuestra frenética carrera industrial y comercial. Nos ha demostrado en medio de este encierro obligatorio, que los hábitos de la mayoría de la población (transporte, alimentación, trabajo) pueden cambiar. Consumir menos recursos no renovables, masificar la telesalud y la hospitalización en casa, reducir los viajes en avión y en el caso de china y otros países orientales, cerrar definitivamente los mercados húmedos donde se consume toda clase de carne animal.

El mayor capital que tenemos, como seres humanos es la solidaridad, lo que nos reconoce como miembros de una sola familia que debe unirse para salvarse a sí misma.

Si algo nos ha dejado claro el COVID-19 es lo débil que es nuestra especie frente a las “decisiones” de la madre naturaleza y lo ineficaz que es el poder de lo humano frente a una entidad microscópica que nos hace encarar la extinción, si no cambiamos nuestra forma de vida.